Madre… deja ya de padecer.
El cielo me está esperando
y yo no puedo subir,
tu pena a mi me detiene
y a tus brazos quiero ir…
Mi partida Dios la quiso,
nada la pudo impedir.
La vida sigue su curso.
Madre, ¡tienes que vivir!
Ríe, mamita querida,
del cielo te cuidaré y
en rayos de sol y luna
tu rostro yo besaré.
El cielo me está esperando
y yo no puedo subir,
tu pena a mi me detiene
y a tus brazos quiero ir…
Mi partida Dios la quiso,
nada la pudo impedir.
La vida sigue su curso.
Madre, ¡tienes que vivir!
Ríe, mamita querida,
del cielo te cuidaré y
en rayos de sol y luna
tu rostro yo besaré.
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